Ozzy Osbourne ya no come "murciélagos" ni canta "Paranoid" con la voz que le regaló a Black Sabbath. Ahora se dedica a limpiar las defecaciones de un perrito en su casa y habla de manera decadente, al estilo de Val Kilmer cuando interpretó a Jim Morrison en la película "The Doors".
Actualmente, Ozzy, a sus 55 años, es el reflejo de un padre de familia "moderno y comprensivo": "Si van a salir con sus amistades, no beban mucho y usen preservativos", les dijo una vez a sus hijos adolescentes (la cita, aunque muy apegada, no es textual). Es más, la familia Osbourne rompe con reglas sociales y es capaz de asustar a los más moralistas de los moralistas. En cierta ocasión, Kelly, la hija, se manipulaba sus genitales y luego acercaba sus dedos a la nariz de su mamá para que oliera. Ésta la regañaba, pero al ver que su hija repetía la broma, decidió hacer lo mismo y perseguirla por toda la casa.
Pero la imagen de este roquero de origen inglés empezó a cambiar mucho antes de la serie, es decir, desde que lanzó el éxito "No more tears" (No más lágrimas), del álbum con el mismo nombre, en 1991, y del cual comercializó el tema "Mamma, I'm commin' home" ("Mamá, he regresado a casa": algo así como la parábola del hijo pródigo). Dicen que, con el pasar del tiempo, las personas cambian. Y en la serie de MTV "Los Osbournes", el otrora roquero "tragasangre" de murciélagos que hizo un vídeoclip con unos cerdos dentro de una iglesia ("Miracle man") es ejemplo de ese dicho. No sólo en la televisión: en una entrevista publicada en julio de 2002 en la revista Rolling Stone aparece con un look más cercano a un purgatorio que a un pandemónium. Si antes se quería paracer al patas —es decir, al demonche—, ahora se parece más al Papa.
Después de años en que dio la sensación de ser un tipo de lo más extraño del mundo, temeroso e irreverente, ahora hasta dan ganas de querer ayudarlo a caminar más rápido en ese "reality" del cual muchos dudan de que sea tan "real". Claro, sea como fuere el programa televisivo, lo cierto es que Ozzy optó por vender su imagen de otra forma y le ha ido muy bien. "Money is money".
*Escrito a finales de 2003.
Actualmente, Ozzy, a sus 55 años, es el reflejo de un padre de familia "moderno y comprensivo": "Si van a salir con sus amistades, no beban mucho y usen preservativos", les dijo una vez a sus hijos adolescentes (la cita, aunque muy apegada, no es textual). Es más, la familia Osbourne rompe con reglas sociales y es capaz de asustar a los más moralistas de los moralistas. En cierta ocasión, Kelly, la hija, se manipulaba sus genitales y luego acercaba sus dedos a la nariz de su mamá para que oliera. Ésta la regañaba, pero al ver que su hija repetía la broma, decidió hacer lo mismo y perseguirla por toda la casa.
Pero la imagen de este roquero de origen inglés empezó a cambiar mucho antes de la serie, es decir, desde que lanzó el éxito "No more tears" (No más lágrimas), del álbum con el mismo nombre, en 1991, y del cual comercializó el tema "Mamma, I'm commin' home" ("Mamá, he regresado a casa": algo así como la parábola del hijo pródigo). Dicen que, con el pasar del tiempo, las personas cambian. Y en la serie de MTV "Los Osbournes", el otrora roquero "tragasangre" de murciélagos que hizo un vídeoclip con unos cerdos dentro de una iglesia ("Miracle man") es ejemplo de ese dicho. No sólo en la televisión: en una entrevista publicada en julio de 2002 en la revista Rolling Stone aparece con un look más cercano a un purgatorio que a un pandemónium. Si antes se quería paracer al patas —es decir, al demonche—, ahora se parece más al Papa.
Después de años en que dio la sensación de ser un tipo de lo más extraño del mundo, temeroso e irreverente, ahora hasta dan ganas de querer ayudarlo a caminar más rápido en ese "reality" del cual muchos dudan de que sea tan "real". Claro, sea como fuere el programa televisivo, lo cierto es que Ozzy optó por vender su imagen de otra forma y le ha ido muy bien. "Money is money".
*Escrito a finales de 2003.
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